Las fístulas odontogénicas se presentan con cierta frecuencia en la clínica de pequeños animales, siendo el perro la especie más afectada.
Perjudica a perros y gatos, usualmente afectando el último premolar de la mandíbula superior y el primer molar de la mandíbula inferior, los cuales son conocidos con el nombre de «muelas carniceras”.
Son lesiones purulentas que drenan hacia la cara, bajo el canto medial del ojo, provocadas por una enfermedad en dientes o encías. Aunque puede haber otras piezas dentales implicadas, el causante de esta infección suele ser el cuarto premolar superior, también llamado muela carnicera superior.
Debido a la estrecha proximidad entre las raíces de los dientes, ante un diagnóstico de fístula dental es necesario determinar con exactitud cuáles son los dientes y raíces implicados para poder resolver el problema. Mediante la consulta, ultrasonido y radiografía.
Síntomas:
· Mal aliento
· Molestia al comer
· Mucosa excesiva en la nariz y boca
· La aparición de un pequeño orificio en la piel que se abre debajo del ojo, que puede llegar a producir una inflamación muy grande que cierra el párpado. A menudo drena debajo del globo ocular o forma un conducto hasta desembocar en la misma boca. El líquido que se elimina puede o no contener bacterias y pus. La muela inferior también puede padecer de este tipo de abscesos, sin embargo son bastante menos comunes comparándola con la muela superior.
Tratamiento y prevención:
Recomendamos alimentación blanda durante algunos días. Eliminar de su alcance juguetes, huesos y otros objetos que suela masticar. El tratamiento con mejores resultados es el quirúrgico, consistente en realizar una exodoncia, es decir, extirpar la pieza dental afectada.
Si tu perrito presenta alguno de estos síntomas, toma medidas urgentes y visitados en Petinn para que le realicemos una revisión lo más pronto posible.
Referencias: Hernández, S.Z; Negro, V.B.; Ciappesoni, J.L.; Rohr, A.A. Fístulas dentales en perros.